miércoles, 30 de diciembre de 2009

LOS SECRETOS DE TROPICANA.

Por: Lázaro Sarmiento

El cabaret Tropicana, un símbolo del espectáculo en Cuba, fue Inaugurado el 30 de diciembre de 1939, en medio de una floresta lujuriante en el barrio de Marianao de La Habana. En su historia aparecen nombres como los del empresario Martin Fox, el arquitecto Max Borges Jr. (diseñó el modernista salón Arcos de Cristal), el coreógrafo Federico Neyra, Rodney, y los de toda una constelación de artistas que durante 70 años han contribuido al brillo del lugar, famoso por sus shows con mujeres “lámparas”, coreografías ambiciosas, bailarinas trapecistas y un delicioso estilo kitsch.

Hasta hace poco más de medio siglo, este paraíso bajo las estrellas formaba parte de los intereses de célebres jefes de la mafia en Estados Unidos. Al igual que en otros cabarets y hoteles de la Isla, en Tropicana funcionaba un casino de juego que proporcionaba enormes ganancias a sus dueños. Además de las ruletas y las cartas, se dice que había una línea telefónica directa para apuntar números en la lotería de Miami. La Revolución erradicó el juego en Cuba en 1960.


En el libro de Enrique Cirules titulado La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana (Editorial de Ciencias Sociales, 2006), el testimoniante Armando Jaime Casielles se refiere a los negocios del cabaret con estas palabras:

“Se ha dicho en muchas ocasiones que Martin Fox era el dueño de Tropicana. Eso es algo absolutamente falso. Fox no contaba con ningún poder para arrebatarle a la Organización (la mafia) los negocios de Tropicana. Ni siquiera el general Batista podía adueñarse de Tropicana. Santos Traficante o Joe Stasi controlaban directamente los asuntos de ese cabaret. Martin Fox era una cabeza visible, como otros muchos personajes de esa época en la fabulosa Habana”.

Armando Jaime fue chofer guardaespaldas de Meyer Lansky durante 1957 y 1958. En esos años el célebre mafioso vivió en La Habana, donde manejaba varios casinos de juego.

En otro libro, Tropicana Nights. The Life and Times of the Legendary Cuban Nightclub, publicado en Estados Unidos por la periodista Rosa Lowinger, se recogen las memorias y anécdotas de Ofelia Fox, viuda de Martin Fox, el dueño de Tropicana hasta su nacionalización por el Gobierno Revolucionario.

Un capítulo de la obra especula sobre el destino de la considerable fortuna que Martin Fox” consiguió sacar de Cuba en 1959 pero que su esposa nunca vio, al morir el dueño del cabaret de un ataque al corazón poco después de dejar la Isla. Ofelia se vio sin un centavo y obligada a trabajar para salir adelante”.

¿Entonces a dónde fue a parar el dinero extraído de Tropicana?

En la pista del cabaret Tropicana han actuado Josephine Baker, Nat King Cole, Rita Montaner, Rosita Fornés, Xavier Cugat, Omara Portuondo, Ernesto Bonino, Bola de Nieve, Carmen Miranda, Esther Borja, Amanda Ledesma, Celia Cruz, Liberace, Yma Sumac, Paul Robeson, Alejandra Guzmán, Olga Guillot y Cheo Feliciano .

El escritor Joaquín Baquero y yo, tratando de mover de su sitio a las bailarinas de mármol de la Danza de las Horas, en abril de 2002. En esa época ofrecían el show La gloria eres tú.Este grupo escultórico ubicado en la entrada de Tropicana fue concebido por el italiano Aldo Gamba y antes estuvo en el desaparecido Casino Nacional.

La bailarina Ana Gloria Varona en los años 50 dejó su impronta en la pista del cabaret Tropicana. Vive en La Habana, donde en 2009 la entrevistaron para una emisión nostálgica titulada Las reinas de la noche, del programa de televisión Otros tiempos de Cubavisiòn.

El arquitecto Max Borges Jr. (1918-2009) diseñò en 1951 la fachada y ambientes interiores de Tropicana partiendo de una sumatoria de imágenes, arcos y fórmulas matemáticas invertidas. Medalla de oro del Colegio de Arquitectos de Cuba.
Arriba a la Izquierda, en el texto: Escultura de bailarina, símbolo de Tropicana. Es obra de la artista Rita Longa (1912-2000).



lunes, 28 de diciembre de 2009

CON EL YO, EL DIA DE LOS INOCENTES.

Cuando la escritora Mary McCarthy tenía 49 años de edad expresó:

“Creo que ya no me interesa realmente, la búsqueda del yo. Sí, claro, supongo que todo el mundo sigue interesado en la búsqueda del yo, pero lo que uno siente cuando es más viejo, como yo, es que ¿cómo expresarlo?...que uno realmente debe hacer el yo. Es absolutamente inútil buscarlo, no se puede encontrar, pero sí es posible hacerlo, en cierto sentido. No quiero decir en el sentido de hacer una máscara, una máscara yeatsiana. Pero uno finalmente empieza, en cierto sentido, a hacer y a escoger el yo que uno desea”.

Cada día entiendo más a Mary McCarthy.


Las palabras citadas pertenecen a la entrevista que Elizabeth Niebuhr le hizo a Mary McCarthy en Paris en 1961 para The Paris Review, recogidas en El oficio de escritor, Biblioteca Era, México, 1990.

viernes, 25 de diciembre de 2009

ROSITA FORNES Y EL CINE.


LA LEGENDARIA VEDETTE SERA HOMENAJEADA POR LA CINEMATECA DE CUBA.

Por: Lázaro Sarmiento

La vedette Rosita Fornés será homenajeada por la Cinemateca de Cuba como parte de las actividades organizadas por el cincuenta aniversario de la fundación de esta institución, según informa el boletín ICAIC Digital.

Del 5 al 9 del próximo mes de enero, en la sala Chaplin de La Habana se exhibirán varios filmes protagonizados por La Fornés, cuya carrera cinematográfica se inicia en la Isla en 1939 con la película Una aventura peligrosa.

Le sigue en 1941 una participación en Romance musical, filme del que no se ha localizado ninguna copia y en el que intervienen figuras muy populares de la época: Manolo Fernández, Normita Suárez, Minin Bujones, América Crespo, Enriqueta Sierra, Aníbal de Mar, Otto Sirgo, Marisol Alba, Marcelo Agudo, Olga Chorens, Rita Montaner, Ernesto Galindo, Elsa Valladares, Alberto Mussett y René Cabell. El argumento gira en torno a tres hermanas de una familia que desean ser artistas y se presentan en programas de radio, pese a la oposición de los familiares.

En 1945 protagoniza en México El deseo junto a Emilio Tuero. Entre ese año y 1959 actúa en nueve producciones aztecas y cubanas. Además tiene una breve aparición como cantante en el filme Piel canela (1951), centralizado por Sarita Montiel.

Pero no son las películas filmadas en México, donde vive varios años, sino las revistas teatrales las que convierten a Rosita en una artista mimada del público de ese país. En la apoteosis de su estrellado en el teatro Tivoli del Distrito Federal, el periódico Excelsior publica: “Rosita Fornés es el show. Nadie sabe si lo hace bien o mal, porque cuando aparece en escena se pierde el juicio”.

EN EL ESPLENDOR DE SU CARRERA…

En 1952 Rosita rompe su matrimonio con el actor mexicano Manuel Medel y regresa a La Habana. El episodio significa un duro golpe para sus aspiraciones en el cine:

“Acababa de firmar un contrato por cinco años con los hermanos Calderón para rodar varias películas, lo que hubiera significado mi consagración definitiva como estrella de cine, pero todo se fue a bolina”. (En Rosita Fornés, biografía escrita por Evelio R. Mora, publicada por Letras Cubanas en 2001)

En 1959 filma Palmer ha muerto, una producción de España y Puerto Rico. Luego está ausente de la gran pantalla por cerca de veinticinco años durante los cuales no es tenida en cuenta por los productores del ICAIC, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.

En esa época su carrera continúa luminosa en las pistas de los cabarets y teatros, así como en la televisión. Sus admiradores han subido a Youtube numerosos videos musicales que muestran momentos estelares de sus espectáculos y sus aires de gran vedette.

El cine se perdió por mucho tiempo a una figura en su esplendor como mujer y artista. Quizás su mundo glamoroso de lentejuelas y plumas, la imagen a lo Marilyn Monroe y su alto nivel en las páginas de farándula alimentaron el prejuicio de ejecutivos y directores. Estos estaban tal vez más interesados en descubrir otros rostros cronológicamente próximos a las heroínas del cine surgido en Cuba después del triunfo de la Revolución en 1959, que en recurrir a figuras que se habían formado lejos de las nuevas estéticas.

SUS PELICULAS CON EL ICAIC…

No es hasta 1983 cuando el ICAIC la llama para el filme Se permuta, estrenado al año siguiente con un rotundo éxito de crítica y público.

“Rosita Fornés es una de las mejores comediantes latinas que ha aparecido en la pantalla. Su humor es espontáneo, natural, y tiene el don de hacernos reír por su nitidez chistosa. Recuerda el humor de Lucille Ball, por cuanto su Gloria de Se permuta puede sobrellevar cualquier problema y dirigirse prestamente a enfrentar nuevas crisis. (James M. Callaham. Periódico La Opinión, California, 1985)

“…aunque el cine nacional olvidó su mejor era de esplendor físico, se desbordó en Se permuta, en un rol especial de Plácido y ahora tiene tela por donde cortar en Papeles secundarios…Jovial en público y melancólica en la intimidad, es más artista y quizás más bella con la sensibilidad y sabiduría de los años”. (Orlando Quiroga. Juventud Rebelde, 1998)


A la película Se permuta le siguen una fugaz pero impactante participación en Plácido (1986), y actuaciones destacadas en Papeles Secundarios (1989), Quiéreme y verás (1994), Las noches de Constantinopla (2001) y Al atardecer (2001). También ofrece su testimonio en los documentales Hoy como ayer (1987) sobre la vida de Benny Moré y en Tin Tan (2009), sobre el popular cómico mexicano Germán Valdés.

En 1996 el director Luis O. Deulofeu y el productor José A. Jiménez realizan un documental biográfico sobre Rosita titulado Mis tres vidas.

La Fornés ha manifestado su insatisfacción con la mayoría de los papeles que interpretó en el cine mexicano y cubano de las décadas del cuarenta y el cincuenta. Cuando estas cintas se han exhibido en la televisión y en algunas salas, los espectadores perciben que, además de guiones débiles, los directores no supieron aprovechar las magníficas posibilidades de la artista que, a la par, desarrollaba una intensa labor teatral como actriz dramática, comediante, intérprete de zarzuelas y operetas, y estrella de revistas musicales.

El ciclo de películas de Rosita Fornés en la Cinemateca de Cuba será una oportunidad para reconocer el paso por la gran pantalla de una figura cuyo nombre, próximo a cumplir los 87 años, el público continúa gritando con emociòn en la platea de los teatros.


En octubre de 2008 el público la espera a la salida del Anfiteatro de La Habana, donde acaba de celebrar sus 70 años de vida artística.

Rosita Fornés en La Habana a fines de los años 50 rodeada de altos ejecutivos de CMQ-Televisión.

Fotos:Antiguo archivo creado por Tony Pisani en internet.Fotos en Anfiteatro en 2008 : Lázaro Sarmiento.

ENLACES RELACIONADOS:
ROSITA FORNES EN UNA PECERA (I)
ROSITA FORNES EN EL GRAN TEATRO DE LA HABANA
ROSITA FORNES Y LA ADORACION DEL PÚBLICO
ROSITA FORNES: SENSUAL SIN LLEGAR A LA AGRESION VISUAL, MORAL O FAMILIAR

lunes, 21 de diciembre de 2009

UNA FACHADA DECO PARA UNA PELICULA MASTODONTICA.

Por: Lázaro Sarmiento

Lo que el viento se llevó pasó a formar parte de la mitología cinematográfica desde su estreno en Atlanta el 15 de diciembre de 1939. En La Habana se proyectó nueve meses después, el 9 de septiembre de 1940 en el entonces modernísimo cine teatro Fausto. Y como la vieja leyenda de Hollywood, este edificio mantiene su empaque arquitectónico aunque necesita de una labor de restauración luego de más de setenta años de historia.

En el libro La Habana Deco (CV EXport, Italia, 2003) se afirma que en Cuba casi todas las primeras salas especializadas en la exhibición de películas fueron concebidas en el estilo art deco. Y sobre el teatro Fausto, los autores de este volumen que presenta magníficas fotos del artista italiano Martino Fagiuoli consignan:

“Un excelente edificio resultó del proyecto de Saturnino Parajón para el Teatro Fausto (1938), sito en Paseo del Prado y Colón. En una zona de buenas casas eclécticas, su fachada de ‘puro arte moderno’ rompía de manera muy elegante con las edificaciones vecinas, aún cuando respetara las disposiciones municipales de construir portales para el tránsito peatonal. Ventajas técnicas y comodidades hicieron de esta construcción algo de muy especial interés. Por ejemplo, fue el primero que tuvo aire acondicionado en la ciudad; sus muros disponían de una separación interna para impedir que el ruido exterior molestara; y el frente, tras los tubos metálicos que aún conserva, ocultaba fuentes de luz león que producían efectos cromáticos; tales avances, merecían justamente una fachada que en términos nuevos, comunicaran su función”.

El cine Fausto de La Habana fue un escenario a la altura de una producción mastodóntica.


Lo que el viento se llevó, estrenada en Las Habana el 9 de septiembre de 1940 en el cine Fausto, fue la primera cinta filmada en color que se exhibió en Cuba. La entrada costaba dos pesos, una cifra alta para un cine en la Isla en esa época, según María Eulalia Douglas en La tienda oscura (Cinemateca de Cuba, 1996).

Fotos fachada del teatro Fausto: Lázaro Sarmiento.

ENTRADAS RELACIONADAS :
CINES: FACHADAS DE LEYENDA.
LA HABANA: AQUELLOS VIEJOS CINES.

FACHADAS DE CINES EN LA HABANA: REX Y DUPLEX.
CINES ART DECO DE LA HABANA (II)
CINES DE BARRIO EN PELIGRO DE EXTINCION
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sábado, 19 de diciembre de 2009

EL ELITISMO FOTOGRAFICO DE LOS FAMOSOS.

Por: Lázaro Sarmiento

Los famosos sienten una atracción irresistible en mostrarse junto a otros famosos. En los reportajes sobre sus vidas siempre aparecen fotografiados al lado de figuras tan famosas como ellos. Puede ser que durante sus públicas vidas, ambos famosos solo estuvieron juntos varios minutos, tal vez una hora. Sin embargo, cuando realizan el recuento de sus trayectorias, esos escasos minutos fabulados por la cámara pesan más que las muchísimas horas en que fueron acompañados por personas cuyas identidades son desconocida por el público.

Por eso, cada vez que veo en televisión un programa donde el protagonista solo muestra imágenes junto a famosos, imagino a las gentes invisibles que estuvieron cerca de las fotografías pero que no salieron en ellas porque cedieron sus lugares a los famosos. Esas personas de cariños y lealtades desconocidas, quizás acompañaron al protagonista en incontables episodios de alegría y tristeza, en gestiones burocráticas, durante crisis amorosas, en ingresos hospitalarios, o durante su ocio expectante...Amistades de toda una vida son borradas por la quemante luz de la fama.

No es culpa de los famosos sino del fascinante poder de la fama.

Imagen superior: René Magritte. 'Los amantes', 1928. National Gallery of Australia, Canberra.

jueves, 17 de diciembre de 2009

LA HABANA: AQUELLOS VIEJOS CINES.


Por: Lázaro Sarmiento

En un conversatorio en la Maqueta de La Habana en 1998, el escritor Ambrosio Fornet evocó sus imágenes de esta ciudad durante las décadas del cuarenta y el cincuenta. Primero venía de vacaciones desde su natal Bayamo hasta que se estableció en la capital del país. Sus impresiones aparecen incluidas en el libro La Habana que va conmigo, una selección de textos de Mario Coyula (Editorial Letras Cubanas).

Como La Habana que lleva dentro, Ambrosio Fornet describió una zona que “abarcaría media docena de kilómetros cuadrados: los que se extenderían en torno a un eje imaginario cuyo centro pudiera ser el Parque Central”. Y entre las imágenes y ambientes que recordó figuran las salas de cine:

“En aquella época sólo había dos cines en Bayamo, pero aquí en el perímetro a que me estoy refiriendo, había una docena. El más cercano a nosotros era el Actualidades –estaba al lado mismo de la farmacia- y en Neptuno, el Rialto y, un poco más allá, el Encanto (lo asocio en mi memoria a las películas de María Félix y al aire acondicionado, que entonces era una novedad). El Neptuno era un cinecito de mala muerte, al que no íbamos nunca. Y en la zona estaba también el Verdún y el Majestic, uno de los cuales no tenía techo, por cierto. Frente al Capitolio estaba el cine homónimo que a ciertas horas proyectaba películas sicalípticas – en aquella época nadie decía pornográficas- y detrás del Capitolio estaba el Capri, especializado en un tipo de cine europeo menos mojigato que el de Hollywood; no menciono el Campoamor porque no recuerdo que pasaran películas allí, ni a los de San Rafael porque ya los mencioné (Cinecito, Duplex y Rex). A todos ésos habría que sumar otros más nuevos, como el Fausto y el Negrete, por Prado, y el América y el Radiocine, por Galiano...En total deben ser como quince. O más : había otros dos en Monserrate, en dirección a la Terminal de Trenes, uno de ellos – el Bélgica o el Universal, no recuerdo bien- situado en un edificio de arquitectura mozárabe...

“Yo había dejado de ser un niño y al terminar el bachillerato empecé a trabajar en un Banco de Bayamo y matriculé por la libre la carrera de Filosofía y Letras aquí, en la Universidad. A veces me quedaba en casa de huéspedes y exploraba más a fondo los recovecos de la ciudad, incluyendo los cines que, como el Capri y el Rialto, tenían tandas de medianoche: allí eran más las cosas que pasaban al fondo, en el lunetario, y arriba, en el gallinero, que las que pasaban frente, en la pantalla”.

De los cines mencionados por Fornet, sólo el Cinecito, en el bulevar de San Rafael, continúa proyectando películas.

PRADO Y NEPTUNO, una de las esquinas míticas de La Habana. A la derecha puede verse la fachada (de color blanco) del antiguo cine Rialto. Fue remodelado y funcionó durante un tiempo como cine de ensayo.

FACHADAS DE CINE. Calle Consulado. Antiguos cines Verdún y Majestic. El techo se abría y encima de los espectadores se mostraba el cielo estrellado, como una inmensa película cósmica.

CALLE MONSERRATE. A la izquierdaa, fachada del antiguo cine Universal en un contexto arquitectónico de inspiración árabe. En la actualidad , el local es la sede de un grupo de teatro para niños.
Fotos: Lázaro Sarmiento (2009)

martes, 15 de diciembre de 2009

CASABLANCA, ABRAZADOS AL RECUERDO.

Por: Lázaro Sarmiento

Cada vez que los reflectores de la nostalgia se mueven sobre el horizonte fílmico aparece Casablanca.


Y cada vez que Casablanca se proyecta en alguna televisora del planeta, millones de espectadores se acomodan en sus asientos favoritos para disfrutarla, quizás por tercera, quinta o sexta ocasión. Y hay quienes como el protagonista del blog Migue y el Fabuloso Trompetista Invisible quisieran vivir los últimos años de vida en los fotogramas de esa película, aunque sea como el más anónimo de los extras o el más insignificante objeto. Y en La Habana existe una emisora de música instrumental que ni un solo día del mundo deja de transmitir, a solicitud de sus oyentes, As time goes bye, el mítico tema de Casablanca.

Esta cinta que la Warner Bros lanzó en 1942 sigue funcionando a “despecho de teorías estéticas y cinematográficas”.

Una encuesta realizada en 2008 por la revista británica Empire otorgó a Casablanca el puesto 18 entre las 500 mejores películas de la historia. Entre quienes la ubicaron en ese lugar estaban Guillermo Del Toro, Cameron Crowe, Quentin Tarantino y Pedro Almodóvar.


En un texto titulado Casablanca, o el renacimiento de los dioses, Umberto Eco analiza el fervor nostálgico que siempre suscita su exhibición y subraya que, desde el punto de vista de una crítica exigente, es una película muy modesta. Este ensayo figura en el libro La estrategia de la ilusión (Editorial Lumen, Barcelona, 1999).

“Fotonovela, folletín, donde la verosimilitud psicológica es muy débil y los efectos dramáticos se encadenan sin demasiada lógica. Y sabemos por qué: la película fue pensada a medida que se rodaba, y hasta el último momento ni el director los guionistas sabían si Ilse se marcharía con Víctor o con Rick.”

“Pero justamente porque están todos los arquetipos, justamente porque Casablanca es la cinta de otras mil películas y porque cada acto repite en ella un papel interpretado otras veces, opera en el espectador la resonancia de la intertextualidad. Casablanca lleva consigo, como en una estela de perfume, otras situaciones que el espectador refiere a este film sin recordar otras películas aparecidas después como Tener y no tener…Así que Casablanca no es una película, sino muchas, una antología”

¿Qué tiene entonces Casablanca que mantiene su fascinación después de de 67 años de realizada? La respuesta la ofrecía ya en 1956 Guillermo Cabera Infante, Caín, en las páginas de la revista habanera Carteles:



Casablanca es como mirar una vieja fotografía: ahí está uno, pero de alguna manera ése no es uno: por el medio está el recuerdo, el tiempo pasado y la renovada presencia fotográfica, ganada su batalla al tiempo, pero perdiéndola, porque el tiempo no pasa: pasa uno por él y como en un estrecho pasadizo de zarzas se deja el vestido y la piel en sus espinas: en fin, que el tiempo es como la banca en la ruleta, siempre gana, aun perdiendo gana. Y ha ganado contra Casablanca”.

Sobre los cuatro puntos de excelencia que como crítico le otorgó a Casablanca, Caín sugería a los lectores de Carteles preguntar ¿a qué vienen?

Respuesta: “Son por el recuerdo”.

TEXTOS RELACIONADOS:
CASABLANCA TODOS LOS DIAS EN LA RADIO
TOCALA OTRA VEZ, SAM, EN RADIO ENCICLOPEDIA
RADIO ENCICLOPEDIA: TRANSMITIENDO SAXOFONES Y MENSAJES ECOLOGICOS


lunes, 14 de diciembre de 2009

LUCES DEL PUERTO DE LA HABANA.


La Habana tiene zonas que nadie ha visto, escribió Miguel Barnet en su libro Viendo mi vida pasar. Y esta tarde , al bordear la ciudad profunda por la Avenida del Puerto, celebro los lugares que camino una y otra vez y que disfruto como la primera vez . Entonces parece que se cumpliera la afirmación del fabulador y etnólogo y sigo buscando, como una hormiga afanosa , esas zonas de La Habana que nadie ha visto.



“ahora mi corazón se hospeda en la ciudad y su aventura.... "(Nancy Morejón en Amor, ciudad atribuida)



“La costa se ennegrece. Los barcos parecen detenidos
El mar viejo huele a kerosene, a piel podrida.
Amo ese olor, esas aguas de desperdicios.
Desde el anfiteatro llega un clamor de voces y aplausos.
La vida, verdaderamente, no tiene fin”. (Miguel Barnet en Muelle de Luz)

Ómnibus escolares traídos a Cuba por la solidaridad de Pastores por la Paz, de Estados Unidos. Detrás el edificio de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

“Hay una noche limpia; la del mar y la luna.
Había un pueblo de luces en el agua tranquila,
con calles solitarias por donde, sin quererlo,
dejábamos vagar nuestra inquietud y ternura” (Ángel Augier en Nocturno diferente)


“a lo lejos
una lancha se encamina a cortar
el ombligo del cielo” (Nancy Morejón en Puerto de La Habana)

Fotos: Lázaro Sarmiento.

domingo, 13 de diciembre de 2009

GRETA GARBO, LAS DIOSAS TAMBIEN CRUZAN LA CALLE.

Por: Lázaro Sarmiento

Es difícil imaginar que esta figura que cruza una calle en la zona este de Nueva York un día de 1955 sea Greta Garbo. Parece un personaje fantasmal de los bosques nórdicos llevando un secreto de una acera a la otra. Nada de glamour sobre el asfalto. Y nada sugiere que detrás de esa silueta, dibujada por una capa, un bolso y unos zapatos anticuados, se esconda uno de los símbolos supremos del cine. Y sin embargo, es ella. La foto pertenece a los archivos de la revista Life, abiertos a internet desde 2008.

En una serie de retratos publicados bajo el titulo de Señoras y señores, Juan Marsé escribió que Greta Garbo “se anticipó a su tiempo por una estricta cuestión de ritmo corporal: se movía, miraba, andaba o se estaba quieta, con un sentido del tiempo y del espacio distinto por completo del que tenían sus contemporáneos”.

El novelista español comentaba que el misterio de Greta Garbo “no consistió en otra cosa que en la alteración de un ritmo, en la imposición de un compás distinto. Viendo cualquier película suya de la primera época, la ruptura que imponía su presencia, estática o moviéndose, la distinguía”.

Ese efecto Greta Garbo lo disfruté hace veinte años en la sala Ideal, entonces funcionando (tenía una programación que se anunciaba de cultura cinematográfica). El Ideal, un antiguo cine de barrio con 450 butacas, está en las calles Acosta y Compostela, en el Centro Histórico de La Habana. El filme exhibido era una copia restaurada de La leyenda de Gösta Berling, de la etapa del cine mudo.

Una foto puede convertir a una leyenda en una mortal transeúnte de Nueva York. Las diosas también cruzan las calles.















La actriz Greta Garbo nació Estocolmo, Suecia, 18 de septiembre de 1905 y murió en Nueva York, en Estados Unidos, el 15 de abril de 1990.
Sobre la foto de arriba: "Reclusive film star Greta Garbo clad in knit cap, long dark coat & clunky high-topped shoes, clutching a large handbag to her chest as she walks across intersection in front of several taxis waiting for the light on an East Side Street. Location: New York, NY, US . Photographer: Lisa Larsen taGarbo en la calle. "Archivos de la revista Life.
Sobre el texto citado: Marsé, Juan. Señoras y señores. Retratos con retoques (1974-1984). Plaza Janés. Barcelona, 1998.



TEXTOS RELACIONADOS:
LA DIOSA DEL CINE Y SU AMANTE MERCEDES
EL MEMORANDUM CUBANO DE GRETA GARBO

jueves, 10 de diciembre de 2009

PASEANDO POR EL CEMENTERIO BAUTISTA.

Por: Lázaro Sarmiento

Cuando en 1877 se fundó el Cementerio San Juan Bautista, los terrenos de los alrededores no tenían ni remotamente el glamour urbanístico que alcanzó hace varias décadas. Estoy refiriéndome al Nuevo Vedado y al Cementerio Bautista de La Habana, el oasis funerario de una comunidad de cristianos protestantes, rodeado de casas coquetas, una escuela, jardines con hojas de corazón de león y una muestra de viviendas inventadas o modificadas junto a sus muros. Muy cerca hay varios edificios altos. Y los árboles verdísimos y frondosos diseñan un ambiente de parque sin regulaciones.

Me gustan los camposantos y me gusta éste en su pobreza de pretensiones y carencia absoluta de valores arquitectónicos (aprecio igualmente la necrópolis de Colón, por los motivos contrarios). Aquí, el abandono y deterioro de la mayoría de los sepulcros crean un encanto de ruinas gregarias sin ninguna memoria esplendorosa.

Algunas tumbas tienen fechas muy antiguas y quizás pertenecieron a familias que se extinguieron o se diluyeron por el mundo.

Con la mirada planeando sobre las 1, 23 hectáreas de este terreno de reposo, un amigo me dice que no le gustaría ser cremado, que tras su muerte él quiere que lo lleven a la tierra para que el cuerpo nutra el suelo.

En el Cementerio Bautista, viendo las alfombras verdes y los árboles saludables con sus raíces buscando la química de la vida , pienso en los vasos comunicantes entre la tierra, los cuerpos y el paisaje.

Por momentos, parece como si hubiera sido olvidado en medio de la ciudad o ya no acogiera ceremonias fúnebres.

Calles San Juan Bautista y 37, área residencial La Dionisia, Nuevo Vedado, Municipio Plaza de la Revolución. Entrada principal del Cementerio Bautista de La Habana.

Aquí yacen los restos del doctor Alberto de Jesús Díaz Navarro (1852-1916). Según consta en el humilde monumento, fue Capitán del Ejército Mambí y apóstol de la obra bautista en Cuba.


La fecha de la lápida de Karen Quintana Peña (2007) nos advierte que el Cementerio Bautista de La Habana continúa ofreciendo servicios a la comunidad.

Fotos: Lázaro Sarmiento

martes, 8 de diciembre de 2009

BAILANDO CON SETSUKO ONO

Por: Lázaro Sarmiento

En el Hotel Nacional de La Habana, a unos metros de la piscina donde Ava Gardner se mostraba como el animal más bello del mundo, está anclada desde hace cinco años la escultura titulada Baile. Su autora es la artista y economista japonesa Setsuko Ono, hermana de Yoko Ono.

El conjunto, integrado por tres figuras de hierro, un hombre, una mujer y un niño bailando, “amor de familia”, constituye un detalle de democracia artística, fuera del tiempo, en medio de la elegancia rosa, intacta, del hotel.

Las figuras de Baile han logrado una rara armonía con el lugar. Me recuerdan esta frase de Gastón Baquero: “La danza puede ser el idioma perdido de unos dioses”.

Aprovecho para fotografiarme con los humildes dioses de Setsuko Ono.

domingo, 6 de diciembre de 2009

NUEVO VEDADO, ENTRE ABRAZOS Y POSTALES

Por: Lázaro Sarmiento

Salgo de Los abrazos rotos con deseos de caminar por el Nuevo Vedado mientras espero la próxima película del Acapulco, una de las salas de proyecciones del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Me atrae una casa verde, tramposamente familiar, representativa de las residencias de la pequeña burguesía cubana de los años cincuenta , al igual que otras muestras del barrio, incluidos el cine, el supermercado, la gasolinera, la jardinería; postales de lo que se consideraba moderno en la capital cubana en la segunda mitad del pasado siglo. Algunas veces aparece esta vivienda en mis viajes en la máquina del tiempo. No conozco a sus actuales inquilinos pero de niño estuve en su interior y llegué hasta la cocina (que era un set de televisión).

A la casa verde la recuerdo por un episodio mínimo de mi infancia.

Un día, el esposo de una de mis tías me trajo de visita a esta residencia que ahora contemplo desde la acera de enfrente y en la cual vivían en aquella época sus familiares. Los antiguos propietarios habían salido el país en los primeros tiempos de la Revolución pero en las agarraderas de los estantes de la cocina permanecían dibujadas las iníciales de sus nombres: N S y J A. Normita Suárez y Jesús Albariño constituían una pareja de actores de la radio y la televisión, cuyos nombres escuché mencionar varias veces a las personas que habitaban entonces la casa. A la gente le gusta establecer una familiaridad irreal, chismográfica, con todo lo relacionado con los artistas famosos.

De pronto mi tío político abrió el amplio refrigerador, y como en un set de televisión, me preguntó si quería tomar yogurt. Y a mis oídos infantiles esa palabra les sonó gustativa, tentadora, mágica, por una única razón: yo nunca había ingerido aquel lácteo que en los minutos siguientes iba a resultar delicioso a mi paladar, servido con cubitos de hielo en una lujosa copa de bacarat, otra vez, como en televisión. Fue así que el descubrimiento del yogurt convirtió esta casa en una de las fachadas inolvidables de mi infancia, aunque siempre un lugar ajeno. Pero ya es hora de que deje de mirar y fotografiar esta cuadra del Nuevo Vedado porque comienzo a llamar la atención de los vecinos y pueden pensar que soy un espía internacional.

Me alejo como forastero en los escenarios de mi memoria.



Imágenes del Nuevo Vedado: El cine Acapulco, residencia típica de esta zona de La Habana, la Avenida 26 y público esperando función en la citada sala. Fotos: Lázaro Sarmiento.
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