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domingo, 8 de enero de 2012

VISITAS EXTRATERRESTRES.

Por: Lázaro Sarmiento


¡Llamando a todas las estrellas. Llamando a todas las estrellas. Si en el Universo hay seres capaces de captar este mensaje, que respondan ¡
Es probable que una respuesta positiva a este mensaje entrañe un riesgo para los habitantes de la Tierra. Un mensaje similar fue enviado al cosmos durante varios años desde las antenas de Radio Ciudad y la COCO, estaciones de La Habana, y formaba parte de algunos programas en los que yo participaba. Anoto lo del riesgo de este intento de contacto porque el eminente físico y profesor Stephen Hawking acababa de expresarle a la BBC de Londres lo siguiente: “El descubrimiento de vida inteligente en el universo sería el mayor descubrimiento científico. Pero sería muy riesgoso intentar comunicarse con una civilización extraterrestre. Si los extraterrestres decidieran visitarnos, las consecuencias podrían ser similares a cuando los europeos llegaron a América. No resultó bien para los americanos nativos.”

VER: Las respuestas de Hawking sobre el futuro de la humanidad

jueves, 29 de diciembre de 2011

LA FELICIDAD SE INVENTA EN UN MINUTO.

Por: Lázaro Sarmiento

Él, un héroe del beisbol que se jugaba en las cuatro esquinas del barrio. Yo, fama de inteligente y de contar historias que sorprendían al grupo. Un aire de leyenda había quedado entre los amigos de la secundaria por lo que parecía nuestra rivalidad por los labios de la muchacha de moda aquel año. En el cine Florida proyectaban Iluminación íntima, una película checa. Nocturno difundía Voy a pintar las paredes con tu nombre. Ahora, cuando aquellos amores estudiantiles no son más que cancioncitas en los programas memoriosos de la radio, dices en un segundo correo que yo era hermético pero que en esa época disfrutabas mucho encontrarte conmigo y que nunca has olvidado esos diálogos. Y citas pedazos de conversaciones. Dices más, que tenías también tu propio mundo interior.

Sin que hayan decretado un cataclismo universal o el colapso de la red, se interrumpe la comunicación entre nuestras computadoras. Me alejo de la máquina y de su perversidad. Resignarse es una estrategia. Hay un imán en medio de la ciudad y quisiera que la multitud me adoptara. Me recuesto en una columna republicana, con una cerveza entre las manos, rodeado de anónimos, en La Habana profunda. No le prestó atención a la voz que me pregunta la hora, “que si estoy dando una vuelta”. Yo lo que quiero es regresar a mi casa y encontrarme con un nuevo mensaje en la computadora para que vuelvan el barrio, el beisbol, los amigos , “el arte perdido de la conversación”... Y hasta estaría dispuesto a pintar las paredes.

La felicidad se inventa en un minuto.


domingo, 5 de diciembre de 2010

LA FELICIDAD SE INVENTA EN UN MINUTO.

Por: Lázaro Sarmiento

Él, un héroe del béisbol que se jugaba en las cuatro esquinas del barrio.
Yo, fama de inteligente y de contar historias que sorprendían al grupo.
Un aire de leyenda había quedado entre los amigos de la secundaria por lo que parecía nuestra rivalidad por los labios de la muchacha que estaba de moda aquel año. En el cine Florida proyectaban Iluminación íntima, una película checa. Nocturno difundía Voy a pintar las paredes con tu nombre. Ahora, cuando aquellos amores estudiantiles no son más que cancioncitas en los programas de memorias de las estaciones radio, dices en un segundo correo que yo era hermético pero que en esa época sentías la necesidad de conversar conmigo y que nunca has olvidado esos diálogos breves. Dices más, que tenías también tu propio mundo interior.

Sin que haya ocurrido un cataclismo universal o el colapso de la red, se interrumpe la comunicación entre nuestras computadoras. Me alejo de la máquina y de su perversidad. Resignarse es una estrategia. Hay un imán en medio de la ciudad y quisiera que la multitud me adoptara. Me recuesto en una columna republicana, con una cerveza entre las manos, rodeado de anónimos, en La Habana profunda. No presto atención a la voz que me pregunta la hora, “que si estoy dando una vuelta”. Yo lo que quiero es regresar a mi casa y encontrarme con un nuevo mensaje en la computadora para que vuelvan el barrio, los amigos, el béisbol, los labios ignorados... Y hasta estaría dispuesto a pintar las paredes como en una comedia dulzona de domingo por la tarde.

La felicidad se inventa en un minuto.


Cine Florida de la Calzada 10 de Octubre, La Habana.

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