lunes, 30 de marzo de 2009


Busco a Polly Magoo.
Por: Lázaro Sarmiento

Hoy pasaron en la televisión el documental Omara, de Fernando Pérez. Hay un momento en que la diva del Buena Vista interpreta La era está pariendo un corazón. Al escucharla sentí que se despertaba una antigua emoción. Quise recordar como era mi vida en la época en que esa canción compuesta por Silvio sonaba en las radios de La Habana. Tal vez la oí por primera vez cuando estaba en la escuela al campo. De pronto me vino a la mente ¿Quién eres tú, Polly Magoo? No puedo contar nada de este película y, sin embargo, su anuncio en la marquesina del cine Payret lo fijé para siempre . También la memoria le ha borrado el rostro y otras partes del cuerpo a la persona con la que dormí una noche, y esperé el amanecer a su lado, en el Hotel New York de la calle Dragones. En cambio, del mismo lugar recuerdo con nitidez algunas escenas vistas en el interior de las habitaciones. Varias puertas entreabiertas a lo largo del pasillo hacia el ascensor del hotel hicieron que disfrutara de imágenes que parecían diseñadas por Pasolini y Proserpina. La lista de los episodios a recordar un domingo por la tarde puede resultar inquietante: la primera vez que aprendimos a besar, la primera pareja que dejamos esperando en un parque, el nombre de los amigos con los cuales nos sentábamos en la esquina de la secundaria para evadir los turnos fastidiosos, y la primera vez que hicimos el amor como Dios manda. Eso lo recuerdo bien y había una radio encendida con Nocturno en la medianoche y una canción del grupo Mocedades.La música ayuda a construir los recuerdos de una época de la que extravié el rostro de Polly Magoo.

A la izquierda, arriba: Foto de Nan Goldin.
Centro: Fachada actual del Hotel New York, Calle Dragones.La Habana- Foto: Lázaro Sarmiento. 28.03.09

sábado, 28 de marzo de 2009

Salvar la información

Unas cuatro mil ciudades se apagaron durante La Hora del Planeta en defensa de la lucha contra el cambio climático.Me sumé a esta iniciativa con entusiasmo. Desde hace bastante tiempo me relaciono con los temas de medio ambiente a través de mi trabajo en la radio. He difundido con pesar, y en muchos casos dramatismo, miles de noticias sobre el estado de la Tierra: bosques dañados, contaminación, peces amenazados, glaciares que se derriten, corales enfermos… En otras ocasiones he sentido satisfacción, y esperanza, al divulgar las acciones emprendidas en lugares cercanos y remotos de la Tierra para proteger un árbol, un tigre o una tortuga marina. Esta labor con datos y mensajes, la mayoría de las veces alarmantes, me ha llevado a dos conclusiones. La primera: que para salvar a los ecosistemas y especies en peligro, es esencial salvar la información y luego encontrar la forma eficaz de usarla. La segunda: en cualquier país que vivamos, se vive sobre un planeta.

Esquina de 23 y Malecón. La Rampa, La Habana. Foto: Alfredo Zamora. 28.03.09

viernes, 27 de marzo de 2009

Lorca en un “antro maravilloso” de La Habana.


Por: Lázaro Sarmiento


Federico García Lorca llegó a La Habana el viernes 7 de marzo de 1930, a bordo del vapor Cuba, procedente de Nueva York. Permaneció en la Isla hasta el jueves 12 de junio del propio año en que, impregnado del aroma del Trópico, partió hacia España en el buque Manuel Arnús.






Sobre la estancia del poeta entre nosotros, la historiadora y periodista Nydia Sarabia en el libro Días cubanos de Lorca destaca:


“Fue un visitador constante de todos los medios cubanos, desde los cenáculos literarios y artísticos, hasta los barrios pobres y humildes y también de la gente anónima del pueblo...Lorca encontró en Cuba el sentimiento solidario como ser humano por su exquisita sensibilidad, y por ser un verdadero creador de imágenes”.


El poeta granadino estuvo en varias localidades del país: Sagua la Grande, Pinar del Río, Caimito del Guayabal, Varadero, Cienfuegos, Santiago de Cuba (¡Oh bovino frescor de cañaveral¡/¡Oh Cuba, oh curva de suspiro y barro¡/¡Iré a Santiago.…En La Habana recorrió numerosos barrios y calles. El Teatro Alhambra con sus personajes-símbolos de la vida nacional y su abanico de música popular no podía faltar entre las atracciones de Lorca en la capital.





La estudiosa Nydia Sarabia en su ya citado libro incluye los testimonios del musicólogo mexicano Adolfo Salazar y del poeta guatemalteco Luis Cardoza y Aragón sobre las visitas de Lorca al Alhambra, un teatro solo para hombres que estaba en la esquina de las calles Consulado y Virtudes:



“Más tarde, el teatro Alhambra hacia sus delicias, y el gallego, el negrito, el militar, el guajiro y la criolla habían pasado a ser gentes de su intimidad, a quienes contaba sus proyectos de teatro surrealista, como El público, donde aparecen caballos en escena y hay una lluvia de guantes.
‘- Es una supervivencia del teatro dell “arte” me decía. Y sugería a los cómicos argumentos de ‘relajo’ ”. (Adolfo Salazar) (1)



”El Alhambra creó algunos personajes como el gallego, el negrito, la mulata, el guajiro, el policía, el maricón. Teatro político, de sátira violenta y crudísima, con ademanes y movinmientos del cuerpo sin ambages. Comentaban situaciones odiosas, estafas del gobierno, con pérfido júbilo y sentimiento de lo grotesco. Fui varias veces con García Lorca, alguna vez con Waldo Frank. Asistir al Alhambra era desprestigiarse; nadie ‘respetable’ ponía los pies en el antro maravilloso.”(Luis Cardoza y Aragón). (2)



Días cubanos de Lorca (Editorial Cultura Popular, La Habana, 2007), de Nydia Sarabia, constituye una fina y valiosa investigación sobre el viaje del gran poeta a la Mayor de las Antillas. Fue una estancia que Federico disfrutó tanto que luego diría que si alguna vez se perdía, lo encontrarían en Andalucía o en Cuba.


A la izquierda, placa colocada por la Oficina del Historiador de la Ciudad en la fachada del restaurante Dos Hermanos, en la Avenida del Puerto de La Habana. La lámina deja constancia de que Federico García Lorca, Alejo Carpentier, Enrique Serpa, Marlon Blando, Errol Flynn y Ernest Hemingway, entre otros artistas , levantaron sus copias en este establecimiento por la amistad y la alegría de vivir.


(1) Adolfo Salazar. In Memoriam. Federico en La Habana, Carteles, 23 de agosto de 1938 .


(2) Luis Cardoza y Aragón. El río. Novelas de de caballería. Fondo de Cultura Económica, México, 1986 .



El Teatro Alhambra en La Habana abrió sus puertas en 1890. El novelista Alejo Carpentier apuntó en una ocasión que “con todos sus defectos, con todas las vulgaridades –verdaderas o supuestas- , que se quiera atribuirle, este teatro constituye un admirable refugio del criollismo”. El Teatro Alhambra se derrumbó el 18 de febrero de 1935. En el lugar se construyó el Teatro Alkazar, (1 700 butacas) nombrado luego Teatro Musical de La Habana. Permanece cerrado por reparación desde hace años.

Imagen de abajo: La esquina de Consulado y Virtudes, Centro Habana, en la actualidad. Aquí estaba el legendario Teatro Alhambra(Foto: Lázaro Sarmiento.26.03.09)


miércoles, 25 de marzo de 2009

Nostalgia en la costa del Tritón
La costa constituye un idílico escenario para conversaciones inteligentes y frívolas y ejercer el ocio expectante. Hoy caminé un rato por los alrededores del Hotel Tritón en el litoral de Miramar. En esta ocasión no pretendía establecer diálogos verbales sino mover en la memoria imágenes salpicadas de salitre y de after sun.
Recordé los días en que venía a bañarme en estas aguas y luego me sentaba a conversar con algún amigo, y también con extraños, en el diente de perro . Me parece que fue ayer cuando un amigo escritor y yo arrojamos al mar, desde aquí, una novela recién editada (no era ecologista en esa época) porque la autora de la obra nos había decepcionado después de la ilusión despertada por la lectura de un capítulo previamente dado a conocer en una revista cultural . Lo que valía de la novela, a nuestro juicio, era solo el texto adelantado. Ha sido el único libro que he lanzado al mar en en mi vida. Y parece que ya no habrá otra oportunidad porque con el tiempo desaparece el deseo de tirarle literatura a las olas.

Durante mucho tiempo el Tritón fue la referencia principal de esta zona que se extiende a ambos lados de la calle Primera, desde 70 hasta el hotel Comodoro. La franja costera y el Monte Barreto fueron transformados vertiginosamente. Surgieron los lujosos hoteles Meliá Habana y Panorama, así como el complejo denominado Miramar Center con sus cafeterías, oficinas y boutiques (vidrieras para mirar). En los terrenos donde en la actualidad se levantan modernas construcciones, hubo en el pasado rutas impredecibles, con algo de libertinaje, entre la vegetación que crecía en un flanco de “las canchas de 70”. Esos caminos que comenzaban muy arriba de la Quinta Avenida hoy se cortan por colosales edificios que desafían el paisaje azul.Los jóvenes de estos días también van a bañarse a la costa del Tritón. Pero ya no es lo mismo, pienso, aunque tal vez ellos estén pensando que tengo razón: no es igual (ni yo soy el que era). Además el hormigón y los cristales distorsionan la nostalgia.

Arriba: Miramar Center. Abajo: Embajada de Rusia en La Habana, en la Quinta Avenida, construida en los tiempos de la URSS.


Hotel Meliá Habana. (abajo)

lunes, 23 de marzo de 2009


Los afiches más reconocidos del cine cubano.
Por: Lázaro Sarmiento

Carteles del ICAIC: Lucía, de Raúl Martínez (31 votos); Por primera vez, de Eduardo Muñoz Bachs (17 votos); Niños desaparecidos, también de Muñoz Bachs (16 votos), y Now, de Alfredo Rostgaard (15 votos). Estos son los afiches más reconocidos según la encuesta convocada por la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica sobre los filmes más significativos del cine cubano realizados entre 1959 y 2008, en sus diversas categorías y especialidades. Los resultados se dieron a conocer en la sesión final del XVI Taller Nacional de la Crítica Cinematográfica, en la ciudad de Camagüey (15.03.09).


De acuerdo con la citada encuesta, , los afiches más reconocidos realizados en Cuba en igual período de películas extranjeras estrenadas en la Isla son: Harakiri, de Antonio Fernández Reboiro (16 votos, y Besos robados, de René Azcuy (14 votos).






Recordemos los años en que se estrenaron en La Habana las películas de los afiches más destacados:

Harakiri…………….....1964…….....Masaki Kobayashi (Japón)

Now……………….........1965………..Santiago Álvarez (Cuba)

Por prima vez………...1967……..…Octavio Cortázar (Cuba)

Lucía………………........1968……......Humberto Solás (Cuba)

Besos robados…….......1970………..Francois Truffaut (Francia)

Niños desaparecidos…1985………..Estela Bravo (Cuba)


El Departamento de Afiches del ICAIC se creó en diciembre de 1960, integrado al Centro de Información Cinematográfica. Según cuenta María Eulalia Douglas, “el diseñador Rafael Morante es el primer dibujante que labora en él. Poco después se incorporan Olivio Martínez, Holbein López y Eduardo Muchos Bachs. Años más tarde la creación de afiches será parte del departamento de Publicidad”.



“Los carteles del ICAIC dieron inicio a una nueva concepción del arte del cartel en Cuba. Muchos de ellos forman parte de las colecciones de importantes museos y galerías en todo el mundo.”


Desde su fundación hace cincuenta años (24 de marzo de 1959), el ICAIC ha impreso numerosos affiches, los cuales no solo promocionaron eficaz y artísticamente las películas exhibidas, sino que contribuyeron al esplendor de la plástica en Cuba. Y lo que ha sido más influyente aún: el público de la Isla hizo suya esa visualidad.
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